La cueva negra Montanejos

A unos 800 metros del pueblo, en la carretera de Montanejos a la Puebla de Arenoso, se sitúa el inicio norte del Sendero de La Bojera, y tras un breve recorrido de 700 metros, un pequeño camino ascendente que lleva hasta la conocida como Cueva Negra.

Se trata de una cavidad de grandes dimensiones y se accede a ella a través de una gran boca de 26×10 m. En su interior alberga una enorme sala con una  superficie de 2.300 m2 y un volumen de 40.000m3, que la convierten en una de las más grandes de la Comunidad Valenciana.

Es cueva con gran interés geológico formada por grandes bloques que, dada su disposición, llegan a formar pseudogalerias. Estos fragmentos de roca son denominados clastos y son producto de procesos de desprendimiento.

Topografía: 637 m. de altitud / 150 m. de recorrido real / 100m. de recorrido en planta / -30m. de profundidad.

Tradición oral de la Cueva Negra

La Cueva Negra es, de las 30 cavidades catalogadas en Montanejos, la más conocida y sobre la que más historias se cuentan. La tradición oral de la zona indica que tiene salida al próximo barranco de la Maimona, en una zona conocida como la Ventana del Caballo. No obstante esta posible comunicación no ha podido ser demostrada por un experto grupo de espeleología de Castellón, que ha estudiado con detalle la cavidad y no ha encontrado ningún paso.

Restos arqueológicos

Las cuevas  de la zona son, a menudo, lugares de acumulación de restos paleontológicos, ya que han tenido diversos usos para los pobladores prehistóricos.

El color negro que cubre el techo de esta cavidad es debido al hollín de hogueras, lo que demuestra la existencia de asentamientos humanos en tiempos pretéritos. De hecho, todavía se recuerda en la población su uso como refugio y lugar de guarda del ganado, donde se colocaban cañizos que concentraban a los animales para controlarlos.

En la Cueva Negra se han realizado varias excavaciones, siendo las más documentadas las efectuadas en 1934 por Joan Josep Senent. El material detallado en esta última se compone de:

  • Lechos de ceniza de tres antiguas hogueras.
  • Trozos de losas de arenisca que servían para moler.
  • Piedras de río empleadas como percutores.
  • Lascas y hojas de sílex.
  • Restos de cerámica.

Estos restos se dataron en el período neolítico y, dada la ausencia de huesos de animales en la cueva, se supone que debió ser un lugar de uso transitorio. No obstante, no se descarta que existieran asentamientos paleolíticos.